Testimonios

Te ofrecemos los testimonios de personas que han pasado por algunas de las Murtras y quisieron dejar huella de las vivencias que les suscitaron la soledad y el silencio. Si quieres compartir algún testimonio, puedes escribirnos a: info@murtras.org


De Sant Jeroni de la Murtra

“Es un espacio donde poder recobrar el silencio, la soledad… Es un regalo para el espíritu en este tiempo de tanta agitación. Un lugar donde poder sentir la solidaridad por todos los seres. Gracias. M.”

“Espero que este lugar de profunda historia ilumine un nuevo camino de diálogo para construir una sociedad de fraterna convivencia. M.H.”

“Doy las más sinceras gracias a nuestro Señor por permitirme disponer de un espacio como este monasterio de San Jerónimo de la Murtra, para poder hacer un alto en mi vida y así poder, dentro de mis posibilidades, conectar con mi YO INTERIOR, con el sencillo fin de valorar lo mucho que me ha ofrecido. Muchas gracias. F.”

“A veces las palabras se quedan pequeñas para poder expresar conceptos como Alegría, Paz,… Hoy, en este lugar, he podido disfrutar del Silencio, de la cordialidad y de la sencillez. Doy gracias por este Regalo.”

“Sé que no será la última vez que visite este hermoso lugar, espacio que reconforta el alma del peregrino, que da aliento y fuerzas. Sin duda volveré, para saciar mi sed, para inspirar mi espíritu.J.”
 
 
De Murtra Santa María del Silencio
 
“…no voy a olvidar jamás todas las cosas que he podido aprender, reflexionar y vivir en este espacio. Gracias a este espacio me he enganchado a leer, a conocerme y mejorar mi paciencia que era cero, de todo corazón, muchas gracias. Deseo y se que seguirán ayudando a muchas personas que quieran relajarse o simplemente llegar a tener una experiencia única… Q.” 

“Tenéis encerrado en este oasis casi todo el silencio necesario para que el hombre, como la naturaleza, pueda crecer hacia el cielo. El laberinto sin muros que se extiende hacia los horizontes, como la belleza, reproduce a una escala mayor y menos kafkiana, el laberinto interior de espejos rotos en los que el hombre suele habitar con miedo a morirse para no encontrarse con el minotauro que, dicen, no deja escapar a ninguno con vida. Tenéis aquí un pedacito de cielo donde el ser humano naufraga en este silencio, ignorando a dónde llegarán los restos del naufrágio, e inicia su viaje hacia la libertad. Gracias por todo. I.”

“… Aquí en la Murtra Santa María del Silencio se logra conectar con esa paz interior que sólo Dios, nuestro Padre, nos regala con su suave brisa… aunque estos días han sido de mucho viento, pero en él también logramos entrar en contemplación con las grandes maravillas que nos ofrece el desierto, sus colores, las personas que trabajan sacrificadamente sus artesanías, su religiosidad popular llena de alegría y sencillez de compartir con otros… aquí se hace más fácil reconocer y dar gracias por toda la creación de Dios… MH.”

” Silencio. No hay como redactarlo. No hay como describirlo. No hay con qué compararlo. No hay con qué expresarlo.
Hay como percibirlo. Hay como sentirlo. Como experimentarlo. Como estando, como siendo… AL.”