Por Assumpta Sendra Mestre Para escuchar al otro y a uno mismo es indispensable el silencio que permite oír la palabra del otro y de nuestro interior. Escuchar proviene de “auscultare” que significa ser curioso. Que importante es tener una sana curiosidad, muy distinto de fisgonear, para comprender a nuestro interlocutor y a nosotros mismos. Hemos empezado el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un tiempo indicado para los cristianos para hacer reflexión sobre uno mismo…