Por Diego López-Luján Publicado originalmente en Revista RE Sabemos que el ser humano, por esencia, es un ser social. Ya desde su engendramiento, precisa de los otros para seguir viviendo; su necesidad de establecer vínculos con otras personas también es muestra de ello. Cada individuo desarrolla esta sociabilidad, saliendo de sí mismo para comunicarse con los otros mediante códigos comunes. Aunque generalmente la comunicación la realizamos por medio de palabras, en ocasiones estas quedan pobres…